Coney Island, un parque de atracciones 'retro' y 'kitsch'. |
Publicada el 25 septiembre 2008 07:28:00
Archivado en noticias de Varios del año 2008 Por DIEGO REBOLLO (SOITU.ES) NUEVA YORK (ESTADOS UNIDOS).- Siempre he sentido cierta predilección por los parques de atracciones antiguos, tales como el del monte Igueldo en San Sebastián o el de la Casa de Campo en Madrid. Me encanta el aire añejo de sus atracciones, su estilo retro y diseño kitsch. Probablemente muchos de estos parques no sean el colmo de la modernidad ni de la aerodinámica, pero albergan ese regusto a historia y a entretenimiento popular que hacen de ellos entornos entrañables. Por ello, debido a mi predilección por estos lugares, desde mi llegada a Nueva York tenía muchas ganas de visitar Coney Island. En este barrio al sur del distrito de Brooklyn se encuentra el parque de atracciones Astroland, hogar de algunas de las atracciones más antiguas de Estados Unidos, tales como su icono estrella, la montaña rusa Cyclone. En época veraniega adquiere todo su esplendor, con la gente abarrotando la playa colindante. Para acudir hasta Coney Island, lo mejor es coger las líneas de metro D,F,N o Q hasta la parada Coney Island Stillwell Avenue, eso sí, hacer acopio de alguna revista, el iPod o aprovechar para conversar si vais acompañados, porque desde el centro de Manhattan es un viaje de unos 45 minutos. Una vez que salgáis de la estación notaréis que estáis en un lugar diferente, sigue siendo Nueva York, pero tiene un ambiente muy particular. En lugar de rascacielos de última generación encontraréis restaurantes con todo tipo de comestible susceptible de ser rebozado y sumergido en aceite, tiendas de flotadores de patito, colchonetas y artículos de playa tal y como si estuviérais en Benidorm… Caminando desde el metro, el paseo marítimo y la playa están a un par de minutos. Cuando digo 'paseo marítimo' quizás se os vengan a la cabeza idílicos parajes de limpias playas, blancos yates y palmeras tropicales. Iros quitando esa idea de la cabeza, porque no es lo que encontraréis en Coney Island. El paseo está repleto de puestos de comida rápida, bares con coloridos anuncios de refrescos y combinados, carritos de helados, familias enteras con su casette y la música a tope y sobre todo de un olor a fritanga y grasas saturadas que inunda todo el ambiente. No me preguntéis porqué, pero aunque esta descripción pueda echar atrás a más de uno, a mí me parece que a pesar de todo es un lugar con un encanto muy especial. Para mí, gran parte de este encanto reside en lo kitsch del lugar, al andar por su paseo es como si estuvieras adentrándote en uno de los iconos de la cultura pop neoyorquina, sobre todo cuando al fondo divisas las centenarias atracciones de 'Astroland'. El parque realmente no es un parque como tal, digamos que son un conjunto de atracciones amontonadas de forma desordenada sobre un solar. Para que os hagáis una idea, es lo más parecido a las típicas atracciones de feria que se montan durante las fiestas de la época estival en cualquier localidad española. Están todos los clásicos, los columpios voladores, los troncos de agua, las tazas giratorias, la casa del terror, el carrusel… y todos con ese aire retro tan particular, pero sobre todo se erige como la reina del parque la gran montaña rusa, el 'Cyclone'. Si los parques de atracciones me gustan, las montañas rusas tienen para mí un encanto especial así que montamos nada más llegar, haciendo oídos sordos a los consejos de un par de amigos que me dijeron que salieron de allí con dolor de cuello y de los múltiples carteles que avisan con grandes letras que, si padeces de cualquier cosa, casi mejor que te des la vuelta. Qué bien me habría hecho hacerles caso. Tras la primera bajada en la montaña me arrepentí automáticamente de haberme subido. En ese momento caes en la cuenta de que la montaña data de 1926 y de que los vagones y el sistema de amortiguación deben ser del mismo año. Para que os hagáis una idea, es como si durante el tiempo que dura el viaje te estuvieran pegando una paliza, ya que tu cuerpo con el traqueteo incesante choca de forma repetida con la parte de atrás del vagón machacándote constantemente la espalda. Tras unos interminables minutos bajamos del 'Cyclone' deseando no habernos subido y con un dolor de espalda y cuello que se prolongó durante varios días. Así que, pese a mi amor por los parques de atracciones antiguos y por las montañas rusas, os recomiendo fehacientemente no montaros en el 'Cyclone' si tenéis algún aprecio por la salud de vuestra espalda. Pero a pesar de todo, sí os recomiendo acercaros a Coney Island para vivir durante un rato en este ambiente retro. Además de las de 'Astroland', por el paseo también podréis ver otras atracciones como la gran noria de 1920, 'Wonder Wheel', el 'Parachute Jump' de 1939, atracción actualmente inactiva, consistente en una torre desde donde te tiras en paracaídas, o el 'Shoot the freak', donde puedes probar tu puntería disparando bolas de pintura en un solar a un 'freak', persona real que intenta escapar del proyectil (¡por humillante e increíble que parezca es cierto!). Otros entretenimientos de Coney Island son el desfile anual 'Mermaid Parade', donde se rinde homenaje a las sirenas; la competición del restaurante Nathans cada 4 de julio de ver quién come más perritos calientes, contando con un panel electrónico que muestra la cuenta atrás hasta el próximo concurso y el listado de los últimos ganadores; el museo de Coney Island con la historia del pintoresco lugar; el acuario de Nueva York; el circo 'Sideshows by the seashore', donde podréis ver todo tipo de personajes freaks, o los espectáculos del género del burlesque que se inspiran en las célebres mujeres pin-ups del siglo pasado. A muchos neoyorquinos se les torcerá la cara cuando les menciones Coney Island y te destacarán lo cutre, lleno de grasa, viejo y retro del lugar y lo abarrotado y sucio de sus playas y he de decir que están en lo cierto. Pero es precisamente ahí donde reside su encanto. Seguramente no es la mejor zona para vivir ni para frecuentar de forma asidua, pero pasar un día allí te transportará a una época retro y kitsch donde los parques de atracciones cumplían una función de entretenimiento popular. Un lugar fuera del circuito típico de Nueva York, pero totalmente recomendable. ¡Daros prisa para visitarlo, futuros planes urbanísticos hacen que quizás este año sea el último que se pueda ver Coney Island tal y como ha estado durante décadas! Parques temáticos te presenta toda la actualidad que acontece a los parques de diversiones, zoos y de ocio en general de todo el mundo, esta noticia esta archivada en la sección de Varios del año 2008, donde te presentamos todas las novedades de Varios que acontecen esta temporada. |
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